martes, 29 de octubre de 2013

Entrada sin Titulo

Hace tiempo no escribía nada, bueno... mejor dicho, hace mucho que no publicaba algo.
¿Falta de ganas?
¿Falta de inspiración?
¿Falta de sueño?
Quien sabe... lo único que tengo en claro es que no publique nada en un tiempo. El blog guarda mis borradores con recelo, pocas veces sale algo, pero esto es algo que tenía ganas desde hace rato de terminar de escribir. Escribir una entrada sin titulo.

Escribir tan solo por disfrutar de escribir,  dejar fluir la inspiración y que me lleve por los caminos que tome mi mente.
Algo que siempre me costo fue darle un nombre a mis entradas, supongo que esta sera la excepción. No, no tendrá un titulo, no tendrá un nombre, pero tendrá su identidad.
Un titulo es tan solo para diferenciar, para poder encontrar mas fácil ese contenido, para poder referirnos a el de alguna forma y pensándolo bien decidí crear esto.
Algo que se diferencie del resto tan solo por la personalidad que adopten sus pensamientos, que se diferencie por su carácter, por su contenido mismo, no por poseer un titulo. Que no puedan referirse a esta entrada por algo, dejar que las propias mañas del lector le den forma en su cabeza y se refiera a esto como le plazca.
Dejar de darle un nombre para darle personalidad, dejar de darle un titulo para ceder el control.
Una entrada vacía quizás. Un texto sin sentido dirán... y aun así intentaran pensar como pudo haberse llamado, cómo llamar a aquello que todavía leen, como describir lo que leyeron.
No dependerá de mi, quedara a conciencia de cada uno.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Corazas y Armaduras

No es precisamente un buen momento para escribir, son tiempos de parciales pero la cabeza me puede y me dice que escriba, que escriba algo que venía pensando durante meses...

Corazas y Armaduras 


Por debajo de su coraza de ego, reforzada por su orgullo, debajo de su humor hiriente, de su sarcasmo y de su ironía, debajo de sus preceptos se encontraba el. Pocas personas lo conocían realmente, por no decir solo una. 
Es común en las personas formar algún tipo de defensa, quien sabe contra que, solamente se forma, una coraza, una armadura, púas incluso. Mantener una distancia, si bien es sano a veces, habrá veces en que esas limitaciones que uno mismo se pone harán nuestra vida mas complicada que facilitárnosla como en un principio pensamos que sería.
Esa coraza se volverá pesada con el paso del tiempo, a menos que hagamos algo. Hay personas con las que nos sentiremos con la honestidad suficiente para quitarnos toda armadura, para mostrarnos como somos realmente, confiando que no nos lastimaran, que si dañan algo a ese nivel sera la carne, sera la sangre y no una melladura mas en una coraza golpeada por la vida. 
Nos abriremos, aceptaremos el peligro, tomaremos el riesgo... quien sabe porque, quizás sus ojos, sus palabras harán sentirnos a gusto, cómodos y con confianza suficiente para mostrar lo que escondemos. 
Todos escondemos algo que solo a muy pocos mostraremos, serán nimiedades como serán grandes cosas de nuestra vida. 
Y cuando nos despojemos de nuestras corazas nos sentiremos libres, de hablar, de sentir, de escuchar, de dejar de huir, de esconderse tras capas y capas de ese metal imaginario que nos rodea. Nos sentiremos bien y nos preguntaremos porque en un principio pusimos eso ahí, al menos con esa persona.