jueves, 25 de octubre de 2018

¡Voy quemando!

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"Voy quemando, pincho y lastimo"suele gritar mi profesor de cocina alertando a todo el mundo que se corra, tiene 54 años y si bien tiene más frases celebres que, si bien no son de su autoría, las repite y las enseña a los nuevos cocineros que estamos siendo forjados en el calor de la cocina.


Me quería centrar en ella "voy quemando, pincho y lastimo" en que en la cocina no podes descuidarte, en ella hay peligros, fuegos, cortes, patinadas que pueden terminar desde huesos rotos hasta quemaduras de tercer grado pero hay quizás algo más intrínseco es el esfuerzo de soportar todo esto en morder dolor, en seguir adelante. La cocina forja caracteres fuertes o los destruye, veo acercar esto a mi vida y acá me paro sabiendo que me esperan por lo menos cuarenta años de esto.

Hace poco veía un breve documental sobre la famosa guía Michelin y sobre los ganadores de Estrellas Michelin los cuales se suicidaron al perder tal prestigio cuando sus restaurantes perdieron sus estrellas.

Es un ambiente duro en lo físico y duro en lo psíquico, a día de hoy estoy a tres pruebas de recibirme y a lo que trato de enfrentarme es a esto último, me he quemado, cortado y lastimado pero si uno quiere sobrevivir y leyeron bien sobrevivir tienen que tener carácter, tanto para liderar como para obedecer.

Pareciera ayer cuando la cocina no era más que una zona donde divertirme, despejarme y pasarla bien, hoy es un cúmulo de formulas, de trucos e ideas, donde ni siquiera para mi dejo de esperar algo mejor que lo que preparo. Esa exigencia personal espero que forje mi profesionalismo en la cocina, el que sea el mejor promedio no importa, el que me dedique tardes a leer, a crecer y madurar es lo que va a ser de mi no solo una mejor persona sino además un gran cocinero.