lunes, 23 de marzo de 2015

Curados del Asco

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Mientras veía la, por cierto aburrida, película llamada Oculus que trataba sobre unos pobres y crecidos hermanos los cuales tienen que lidiar de una vez por todas con el objeto que creen que fue el que maldijo sus vidas y llevó a sus padres al limite de asesinarse; quizás no le presté suficiente atención y simplemente no llegó a trasmitirme todo el terror que debía haberme brindado. 
No, estaba "en otra" y mi cabeza en vez de centrarse simplemente divagaba como siempre pero esta vez con un soundtrack de gritos y llantos. 

Remontémonos a 1973 en los  Estados Unidos se estrenaba una película que sería un hito en la historia de la filmografía, la gente saldría despavorida de los cines luego de ver una película a la cual la Iglesia Católica intento ponerle trabas así como también de sectores del oscurantismo y autodenominados Satánicos.
El Exorcista fue y sigue siendo una de las mejores películas de terror aquella que dejó a sus espectadores consternados, con miedo y asustados al punto de salir de las salas de cine con descomposturas, histeria e incluso desmayos. Ahora analicemos un poco más a fondo, la película si bien tenía mala fama por sucesos transcurridos durante la filmación de la misma como lo fueron las multiples muertes de participes así como accidentes.

¿Podemos decir que toda ese miedo en la gente se daba a éstos factores? 


Yo diría que antes de responder eso vayamos todavía más a fondo. Analicemos ahora la gente que pudo ver esa película teniendo en cuenta que posiblemente se pidiese una mayoría de edad tenemos a personas que vivieron la Guerra Fría y el miedo por ser destruido por una superpotencia, sea cual sea. Era gente que no sabía si verían un mañana o serían erradicados de la faz de la tierra por misiles intercontinentales, gente la cual vivía incluso con la fantasía y el miedo de lo desconocido del espacio sideral.
Ésta clase de gente que vivía con esos miedos tuvo terror de un solo film y en comparación, mi generación, la gente de los 90 no tuvo guerras a excepción de guerras civiles en África y ya para el nuevo milenio la persecusión del Afganistan siendo éstas últimas más bien masacres sistemáticas.
En otras palabras no tuvimos miedo sino infancias comunes y aún así no sentamos en nuestros placidos sillones a buscar algo que nos asuste por el simple hecho de sentir esa emoción que nos haga sentir vivos y cuando lo hacemos fallamos.

Aclaremos que también somos que somos la generación de Internet en la cual el morbo colectivo hace que, en caso de segundos, puedas tener acceso a material terrorífico, moralmente incorrecto y hasta grotesco... un lugar dónde vas a ver pasar fotos de celebridades que se suicidaron recientemente, donde ver el maltrato hacia el otro es tal que incluso buscamos cerrar un poco la llegada de tanta información hacia nosotros.
Somos una generación que ya vió lo peor que podía haber visto y ante una película sea El Juego del Miedo, Hostel, Hotel sin Salida, La Masacre de Texas, etc, la veremos como algo sin penas ni glorias y así lo pasaremos viendo sin siquiera aterrarnos en lo más mínimo. Nos curamos del asco y nos insensibilizamos a la sangre, a las desmembraciones y hasta a esa Exorcista que décadas atrás ponía de rodillas a aquellos jóvenes que quizás hoy son nuestros padres.